Llego al silencio, entre brumas y olvidos
guardo las palabras bajo el gris sombrero,
dejo en blanco nieve tu recuerdo por perdido,
mudo a piel vieja bajo el aguacero.
Dad la bienvenida árboles desnudos,
a la que desnuda regresa a este regazo
de paz infinita, de tormento absurdo,
de silencio y acunado fracaso.
Sembré un camino que no es
huella , ni simiente, ni pan para mañana.
Te rendí ya todo lo que sé.
De lo que no sé, tampoco ya
me queda nada.
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