miércoles, 26 de septiembre de 2012



Tengo mil ramas por desnudar,
tan sólo estoy esperando el viento.



jueves, 14 de junio de 2012

MOTIVOS PARA EL SILENCIO







Para cumplir con su Karma, la parte humana de Jesús de Nazaret se reencarnó en la madre de Rudolf, el misionero que dio su vida por los nativos boroboro del Mato Grosso en los años 70. Cuando le entregaron el cuerpo torturado y mutilado de su hijo, cuando lloró impotente recordando todas y cada una de las veces en que le había rogado que se quedara en casa, cuando se lo arrancaron de entre los brazos para meterle en un ataúd; supo la magnitud del dolor que había sentido su madre siglos atrás. 
 
Y así fue como comprendió todas aquellas palabras que María nunca le dijo. Todo aquel silencio.




viernes, 8 de junio de 2012

Sujeta




No lo sabe
―me pierdo―
gota a gota .
Empiezo  a no saber quién soy.
Muerdo mis labios.
Sujeto mis dedos.
No lo sabe
―me pierdo―
calladamente.
Que no le toque
de ninguna manera este dolor.
Que al menos sea mi ausencia
quien le sirva.


lunes, 28 de mayo de 2012

MAREAS



La salvación, ¿en qué orilla habita?
Donde me sujeto a tus besos
o donde esquivo tormentas.
Donde todo es posible
o donde sólo es posible lo que es.

Después de todo y bien pensado,
¿Quién quiere evitar el naufragio
cuando las aguas son profundas y oscuras,
y en ellas habitan mil lenguas
con tu rostro?





domingo, 27 de mayo de 2012

Y el verbo se hará carne...





Es cierto, cierto. Hay un desgarro allá donde no estás, como si el tiempo aterido de frío hubiera cortado ese retal para refugiarse de sí mismo. Es tan cierto, como las sombras que escapan cada mañana, buscándote tras la soledad de los cristales, tras los árboles acabados de invierno. Como los dedos que ignorantes se aferran al filo sordo de un sueño errante. Sembrando, goteando. 

Ya sueño con la primavera. Con el primer aliento. Con otro sorbo de sangre y de vida para mis venas frágiles, tibias. Devolverás el color a mis mejillas. Dejaré de ser nívea. Me volveré oscura, redonda, eterna. Moldeada al auspicio de tu perfil y a la letanía de tu voz. Como la oración que le da sentido a las cruces, todo cobrará, finalmente, un sentido. Y el verbo se hará carne. 






Mi corazón es mío en la Casa de los Corazones


(Fragmento del libro de los muertos) 







Me pidió el corazón de Nefertari. Quería ser reina. Obtener su divinidad y sentarse en el trono a mi lado.  Era tan grande mi amor que no pude negárselo.

Cuando contemplé el vaso canopo que contenía los restos de Nefertari tirado en el suelo y a ella mordiendo y desgarrando las vísceras que contenía, transformada en una máscara oscura y sanguinolenta; ordené que la mataran, le arrancaran el  corazón y lo introdujeran en el vacío pecho de Nefertari.  Así al menos la Reina viajaría completa al reino de Anubis y encontraría un corazón en la Casa de los Corazones  que pudiera presentar ante el juicio de Maat.

Mi propio corazón quedará en manos del Devorador.  Que Maat me perdone.



viernes, 25 de mayo de 2012

Distancias.



Conozco distancias cortas
tan poco navegables
como los abismos.

Distancias tan cortas
que son incapaces de contener el aire
y contienen, sin embargo,
todas las razones.

A algunas distancias cortas
no les gana en lejanía
ni la mismísima distancia.