jueves, 12 de abril de 2012

SEQUÍA



A las tres de la tarde el sol golpeaba duramente a los fieles congregados en torno a la Virgen de los Peligros. Todos los miembros del pueblo rodeaban a la Santa Patrona, mientras los mozos la portaban en andas desde la iglesia a la ermita en lo alto del monte. Tras muchos meses de severa sequía, el cura había consentido en sacar a la Virgen en procesión.

A los tres días, las lluvias torrenciales causaron quince muertes y anegaron los campos de cultivo. Entonces Don Senén, el cura, recordó por qué la Santa Patrona permanecía en una capilla bajo llave y por qué hacía más de medio siglo que no se había hecho ninguna procesión en el pueblo.