Llueve sobre Madrid.
Yo no sé si aún me amas
- si olvidaste –
o si acaso tus palabras
son premios de consolación,
caramelitos de niño
con sabor a fresa y a nostalgia
que regalar una tarde de verano.
Llueve sobre Madrid.
Huele a polvo mojado.
He sido feliz y soy feliz
- a ratos -
Alguna vez pienso en las ausencias
que caen como frutos maduros
sin que haya aprendido aún
cual es el puñetero sol
que tanto les alimenta.
- pienso que pienso demasiado -
Llueve sobre Madrid
Ya sé barrer las hojas secas
del otoño gris y anticipado
- aprendo a cultivar en el desierto -
brevemente.
Llueve sobre Madrid.
Sé que tu sabes que no hay nada que olvidar.
Yo tengo que recordarlo cada día
mientras sigo sin saber
si aún me amas y el porqué.
Llueve sobre Madrid.
Ahora he de recoger los pedacitos de lluvia
que se colaron por la ventana abierta.
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